Articulo sobre el deficit de la atencion
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad es
un trastorno del comportamiento infantil, de base genética, en el
que se hallan implicados diversos factores neuropsicológicos,
que provocan en el niño alteraciones atencionales, impulsividad
y sobreactividad motora. Se trata, de un problema genérico de
falta de autocontrol con amplias repercusiones en su desarrollo,
su capacidad de aprendizaje y su ajuste social .Desde 1902, fecha en que el trastorno fue definido por primera
vez , hasta ahora han sido diversas las propuestas de
conceptualización, diagnóstico y tratamiento. Los intentos por
determinar una tasa de prevalencia se ven afectados por toda
una serie de factores: las variaciones en la clasificación clínica
de los criterios diagnósticos (lo que ha afectado al número y a la
combinación de signos necesarios para el diagnóstico del , los
métodos de evaluación diagnósticos empleados, la fuente de
información (padre, maestros, cuidadores), el tipo de muestra
(clínica, poblacional) y las características socioculturales (sexo,
nivel de maduración y edad, nivel socioeconómico, etc.).
El enfoque clínico asigna sujetos a categorías diagnósticas
específicas. Hay diferentes clasificaciones en este sentido, si
bien el DSM-IV y el ICD-10 han hecho esfuerzos por converger.
Actualmente el distingue tres subtipos: combinado, predominio inatencional y predominio
hiperactividad/impulsividad ; como principal novedad
respecto de otros sistemas diagnósticos, exige que la sintomatología
se dé en dos o más ambientes diferentes. En el ICD-10, las
características definitorias son sobreactividad extrema e inatención
que se manifiestan en diferentes situaciones (pervasiva) e
incluye como dato diferencial del DSM-IV que los síntomas de
atención y sobreactividad motora deben ser observados directamente
y no basados exclusivamente en los cuestionarios de
padres y maestros
A pesar del consenso en la comunidad científica acerca del
sustrato biológico de este trastorno, hasta ahora no existen marcadores
clínicos ni de laboratorio que puedan identificarlo claramente,
añadiendo más confusión a su ubicación nosológica. Si
se considera el TDAH como un trastorno de origen biológico,
debería poseer una banda de prevalencia relativamente estable.
un trastorno del comportamiento infantil, de base genética, en el
que se hallan implicados diversos factores neuropsicológicos,
que provocan en el niño alteraciones atencionales, impulsividad
y sobreactividad motora. Se trata, de un problema genérico de
falta de autocontrol con amplias repercusiones en su desarrollo,
su capacidad de aprendizaje y su ajuste social .Desde 1902, fecha en que el trastorno fue definido por primera
vez , hasta ahora han sido diversas las propuestas de
conceptualización, diagnóstico y tratamiento. Los intentos por
determinar una tasa de prevalencia se ven afectados por toda
una serie de factores: las variaciones en la clasificación clínica
de los criterios diagnósticos (lo que ha afectado al número y a la
combinación de signos necesarios para el diagnóstico del , los
métodos de evaluación diagnósticos empleados, la fuente de
información (padre, maestros, cuidadores), el tipo de muestra
(clínica, poblacional) y las características socioculturales (sexo,
nivel de maduración y edad, nivel socioeconómico, etc.).
El enfoque clínico asigna sujetos a categorías diagnósticas
específicas. Hay diferentes clasificaciones en este sentido, si
bien el DSM-IV y el ICD-10 han hecho esfuerzos por converger.
Actualmente el distingue tres subtipos: combinado, predominio inatencional y predominio
hiperactividad/impulsividad ; como principal novedad
respecto de otros sistemas diagnósticos, exige que la sintomatología
se dé en dos o más ambientes diferentes. En el ICD-10, las
características definitorias son sobreactividad extrema e inatención
que se manifiestan en diferentes situaciones (pervasiva) e
incluye como dato diferencial del DSM-IV que los síntomas de
atención y sobreactividad motora deben ser observados directamente
y no basados exclusivamente en los cuestionarios de
padres y maestros
A pesar del consenso en la comunidad científica acerca del
sustrato biológico de este trastorno, hasta ahora no existen marcadores
clínicos ni de laboratorio que puedan identificarlo claramente,
añadiendo más confusión a su ubicación nosológica. Si
se considera el TDAH como un trastorno de origen biológico,
debería poseer una banda de prevalencia relativamente estable.
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